Libérate del estrés

El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes y que interfieren con nuestro equilibrio.
El estrés puede ser agudo o crónico; en el estrés agudo, el cuerpo responde ante eventos mayores que ponen en riesgo inminente la vida y que desencadenan una respuesta muy rápida; mientras que el estrés crónico es aquel causado por una carga acumulada de eventos estresantes menores que ocurren en la vida cotidiana y  provoca cambios en el equilibrio y el metabolismo de los órganos y sistemas.
Algunos síntomas del estrés crónico son:

  • Psicológicos: ansiedad, irritabilidad, miedo, cambios en el estado de ánimo, confusión, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, olvidos, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo temor al fracaso.
  •  Conductas: tartamudez u otras dificultades del habla, llantos, reacciones impulsivas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, tics o manías; aumento del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas; aumento o disminución del apetito.
  • Cambios físicos: músculos contraídos, manos frías o sudorosas, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, perturbaciones del sueño, malestar estomacal, gripes e infecciones, fatiga, respiración agitada o palpitaciones, temblores, boca seca.

Algunas de las estrategias que se recomiendan para prevenir el estrés son:

  1. Realizar actividades que permitan la activación y renovación física y psicológica como descanso, vacaciones, deportes y actividades de ocio.
    2. Mantener una dieta correcta, equilibrada, variada y completa, que brinde los nutrimentos necesarios para nutrir al cuerpo y permitirle realizar sus actividades de la mejor manera posible.
    3. Evitar la automedicación y el abuso de cafeína, alcohol y comidas abundantes con exceso de grasas saturadas y azúcares.
    4. Ser asertivo, establecer límites, aprender a decir que no.
    5. Organizar el tiempo, priorizar y estructurar las actividades diarias y las expectativas.
    6. Mantener expectativas realistas. Esperar demasiado de uno mismo o de los demás, exigirte perfección o ser inflexible con las prioridades puede generar frustración.
    7. Buscar alguien con quien conversar y compartir emociones.


Referencias:
Gabinete psicopedagógico (2001). El estrés. Universidad de Granada. Disponible en http://www.ugr.es/~ve/pdf/estres.pdf. Secretaría de Salud (2010). Guía sobre el manejo y prevención del estrés laboral. Gobierno de la República. México DF. Disponible en http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/programas/Guia_Manejo_Estres_30062010.pdf.  ISSSTE. Guía para el estrés, causas, consecuencias y prevención. Disponible en http://www.issste.gob.mx/images/downloads/instituto/prevencion-riesgos-trabajo/Guia-para-el-Estres.pdf