Un ángel para Robert Rodríguez

El director de Sin City, Robert Rodríguez y James Cameron se unen para traer a las salas la obra maestra de Yukito Kishiro, Alita: Battle Angel.

Por Arturo Marín Murcio
 
En un futuro distópico en el que los ricos habitan en los cielos y los pobres viven bajo su sombra, Alita, una ciborg rescatada por el Dr. Ido, debe redescubrir sus orígenes mientras enfrenta a un régimen cuyo mayor objetivo es el de eliminarla.
Si bien James Cameron lleva calentando a los fans del manga desde un buen rato, ahora junto al creador de Mini Espías nos traen una buena visión que podría redefinir las adaptaciones de mangas y animes al cine.
Para quienes estén buscando una película cargada de acción con tintes épicos, este es el filme perfecto, sin embargo, no está exento de fallas, pues hay detalles mínimos que a lo largo de la historia se van sintiendo de más.
Entre estos aspectos, que podrían generar un poco de ruido para las audiencias, está el insistente estilo de Robert Rodríguez, con escenas y diálogos de tintes cómicos que quedan sobrando luego del tono sombrío al que el largometraje busca dirigirse.
No para de recordarnos que se trata de una película para toda la familia, aunque al mismo tiempo busca darnos una violencia no apta para niños.
Fuera del aspecto negativo, tenemos un espectáculo visual con muy buenos efectos especiales y un arte cargado de detalles que no le tuvo miedo a incluir aspectos bizarros en el sentido inglés de la palabra.
Tampoco deja de ser alucinante la visión que se tuvo al crear Iron City y su contraste con Zalem, destacando de esto sus interesantes habitantes y las referencias a la cultura latinoamericana que tanto caracterizan a Rodríguez.
Tal vez el mayor problema que enfrenta este filme es el hecho de no aspirar a ser algo memorable y no apunta más allá en cuanto a dejar de ser sólo una película comercial.
A pesar de brindarnos paisajes fantásticos y un mundo cuya libertad creativa pareciera no tener límites, permanece en la misma línea que muchos largometrajes del género.
La decisión de darle un final abierto podría ser el factor que más emocione a los fans, pues la historia no responde a todas las dudas y su conclusión está ejecutada con toda la gloria apuntando a una secuela para culminar con la trama de Yukito Kishiro.
Alita: Battle Angel representa un filme curioso para su género sobretodo por las decisiones tomadas en su ejecución.
Conociendo el trabajo de Robert Rodríguez y James Cameron seguramente tendremos una continuación en los próximos años que más que responder dudas, podría enfocarse en satisfacer a todos aquellos que se quedaron con ganas de más.