El cine mexicano viste de luces al Claustro de Sor Juana; altar realizado por Antonio Martorell

El Claustro de Sor Juana rinde homenaje al cine mexicano en su altar de muertos hecho por el artista Antonio Martorell.

Ofrenda en el Claustro

Foto: Regina Franco Pérez

Este año, la Universidad del Claustro de Sor Juana dedicó su tradicional altar de muertos al cine mexicano. El responsable en turno de armar la gran ofrenda fue el artista puertorriqueño Antonio Martorell, reconocido en todo el mundo por su obra multifacética. El macro altar cuenta con grandes ilustraciones de Martorell; fotografías de figuras ilustres del cine mexicano y una pantalla en donde se proyecta un especial del altar.

En la calle de San Jerónimo número 24, en la colonia Centro, dentro de lo que alguna vez fue una capilla, el gran altar ilumina de luz y colores neón el muro del salón. Debajo de la pintura de un esqueleto, se encuentra un tapete de pétalos naranja de cempasúchil, iluminado por velas y enmarcado por ilustraciones del cine mexicano.

Altar Claustro 2019

Foto: Regina Franco Pérez

En el altar se pueden ver fotografías de personajes icónicos del cine mexicano, como Cantinflas, María Félix, Jorge Negrete, Agustín Lara, Tin-Tan, entre muchos otros. Antonio Martorell, el artista detrás de esta gran obra, utilizó carbón y crayón sobre papel para hacer cada una de las 16 ilustraciones que enmarcan una pantalla en donde se proyecta un pequeño video con detalles de éstas.

El altar está abierto a todo el público hasta el 13 de noviembre de 10 a 19 horas, de lunes a viernes y los fines de semana de 10 a 15 horas.

Antonio Martorell (Santurce, Puerto Rico, 1939)

Grabador, pintor, dibujante, creador de instalaciones, diseñador de escenografía y vestuario, escritor, ilustrador y profesor. Es uno de los artistas más prolíficos del ámbito puertorriqueño contemporáneo, y heredero directo de la tradición plástica iniciada por los maestros de la Generación del 50.

Luego de culminar estudios de diplomacia en Georgetown University, Washington, optó por las artes. En 1961, becado por la Fundación Ferré, estudió pintura y dibujo con Julio Martín Caro en Madrid. A su regreso a la isla inició su aprendizaje gráfico bajo la dirección de Lorenzo Homar en el Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En 1968 estableció el Taller Alacrán, uno de los primeros talleres gráficos independientes en Puerto Rico.

Tanto su gráfica como su pintura transmiten su libertad y su excepcional talento creativo en composiciones figurativas que ilustran su predilección por el retrato y su amor por la palabra escrita, el teatro, lo lúdico y lo sensual-sensorial. (1)

Cobertura, fotos y podcast realizado por: Regina Franco Pérez.

(1) Biografía tomada del Museo de Arte de Puerto Rico