Nabawa: alternativa mexicana de cubrebocas y caretas

La pandemia fue la oportunidad para que estudiantes del Tec de Monterrey se juntaran para hacer caretas faciales en impresoras 3D y cubrebocas.

Nallely Lomeí, Alejandra Banda y Carlos Rangel se conocieron porque en años pasados trabajaron en el programa de Embajadores del Tec de Monterrey y sabían que sus perfiles se iban a complementar para emprender el proyecto. Alejandra estudió la Licenciatura en Animación y Arte Digital; Carlos terminó la carrera en Ingeniería Biomédica y Nallely terminará Ingeniería Mecánica en mayo.

Así nace NABAWA,  proyecto de estudiantes que imprime caretas en tercera dimensión (3D) y hace cubrebocas para el personal de salud que atiende la crisis de la Covid-19. Se sustenta a través de donaciones por medio de su cuenta de Instagram, donde los interesados reciben un formulario y el número de cuenta al que pueden depositar. Por cada 50 pesos aportados, ellos donan una careta y un cubrebocas con tres capas de tela de algodón.

Creo que la idea salió de un miedo a la respuesta que íbamos a poder dar como país por los recursos tan limitados que tenemos. Ninguno de los tres tenía una impresora 3D, pero nos prestaron una. – Carlos Illsley

Con casi dos semanas trabajando en la impresión, ya donaron los primeros 1,000 kits de caretas y cubrebocas a doctores, enfermeros y trabajadores sociales de cinco hospitales diferentes.

Ahora trabajaremos con Fundación Toledo para que la gente pueda tener más confianza; el hacerlo a través de una Asociación Civil les da un incentivo de que todo es formal y pueden generar facturas si es necesario, indicó Banda.

Actualmente, NABAWA trabaja con cinco impresoras 3D y dos máquinas de coser. Además, tienen en contra el tiempo que toma el proceso de impresión mientras los infectados y el número de muertos crece en el país cada día.

Hacer un proyecto con condiciones normales es difícil, pero hacerlo bajo una pandemia es tres veces más complicado – Lomelí.

Un equipo de laboratoristas del Tec de Monterrey les ayudó a hacer inyección de plásticos para poder aumentar su capacidad de producción de caretas, de diez piezas por día a siete piezas por minuto.

Algo muy difícil de planear en una pandemia es la disponibilidad de los recursos, pues se mueven de forma diferente y tenemos que estar buscando tener completo el inventario para cubrir la demanda”.

La impresión 3D es un grupo de tecnologías de fabricación capaz de crear un objeto tridimensional mediante la superposición de capas sucesivas de un determinado material. De tal forma que se crean objetos físicos a través de la colocación de un material en capas a partir de un modelo digital.

Se requiere del uso de un software enlazado a un hardware, en este caso la máquina o impresora y se utilizan materiales termoplásticos para la propia impresión.

Antes de comenzar el proceso, el software divide el gráfico en capas finas como el diámetro del material de salida. Para cada capa, la impresora se va desplazando sobre el plano para ir liberando el material termoplástico sobre las coordenadas correspondientes y así ir formando la figura en tres dimensiones e idéntica a la diseñada en 2D.

Los emprendedores aseguran que una vez que la pandemia termine quieren expandir el negocio y buscar nuevas líneas en las que puedan ayudar a más gente.