Existe derroche e irresponsabilidad en las industrias en cuanto al uso del agua, y más específicamente en la producción de algodón.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Tierra, un mes después del Día Mundial del Agua y es pertinente replantear los hábitos individuales en cuanto al uso de recursos.
“Fundamental para la vida y para nuestro bienestar colectivo, el agua es probablemente nuestro recurso natural más preciado”, explica Andy Jordan, ingeniero fundador de Field to Market Alliance for Sustainable Agriculture Outcomes, además de asesor del Cotton USA Sustainability Working Group del National Cotton Council de los Estados Unidos, grupo que ha establecido los estándares sostenibles que buscan asegurar el cultivo sostenible y responsable de algodón.
Jordan cree que ahora más que nunca se debe buscar mundialmente el uso responsable y la gestión sostenible de agua, recordando que es el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible establecido por la ONU, designando el periodo de 2018-2028 como el Decenio Internacional para la Acción ‘Agua para el Desarrollo Sostenible’.
Contrario a lo que se cree, el cultivo de algodón en realidad requiere poca cantidad de agua para sostenerse, ya que sólo representa el 3% del uso agrícola de toda el agua en el mundo.
Jordan explica que los cultivos de algodón pueden producir más de 22 millones de toneladas de fibras y 36 millones de toneladas de semillas de algodón también apunta que el 65% de las tierras de cultivo de algodón de Estados Unidos utiliza solo agua pluvial.
Otra de las alternativas que se está implementando el Cotton Trust Protocol respecto a este plan es aumentar la eficiencia de la tierra en un 13%, aumentar el carbono en la composición del suelo en un 30%, reducir la pérdida del suelo hasta la mitad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 39%.
En este sentido, el eficiente protocolo se fundamenta en la teoría de que la mejora de la salud del suelo puede mejorar la durabilidad de los cultivos, su capacidad para retener más el agua de la lluvia y almacenarla en periodos de sequía.
Ciertas iniciativas como la mencionada anteriormente, apuestan no solo por mejorar la salud del suelo, sino que también están implementando tecnologías como GPS y sensores de precisión que permiten identificar qué áreas necesitan mayor cantidad de agua.
Sin duda el cultivo de algodón, siendo una industria tan necesaria en todos los ámbitos para nuestra sociedad, no tiene que representar una amenaza a los recursos naturales, sino que se nos ha demostrado que con la ayuda de la ciencia, la química, la tecnología es posible lograr impactos positivos en materia de sostenibilidad, sin embargo aún está una problemática al aire: ¿Las empresas están interesadas en actuar conforme a una cultura ecológicamente ética?
Por: Jennyfer Daian López Castillo.